¨El placer de comer
y compartir¨
Thierry Marx es un chef con doble estrella Michelin, uno de los más célebres de Francia donde dirige una de las cocinas más exigentes del mundo, el Mandarín Oriental.
Se formó con algunos de los mejores chefs de su país, entre ellos Claude Deligne, Joël Robuchon y Alain Chapel.
Su primera estrella Michelin la recibió en 1988 en Roc, en Val en Tours y la segunda la consiguió en Cheval Blanc en Nimes. Tras 10 años de estar en la cadena Relais & Châteaux en Cordeillan-Bages donde ganó 2 estrellas en 1999, decidió unirse al restaurante Mandarin Oriental, en París en 2011 donde sigue al frente.
Fue jurado en el programa de televisión Top Chef y en 2014, fue reconocido como el Chef del año por la Guía Pudlo.
Su cocina se caracteriza por un enfoque creativo e innovador, inspirada en los sabores de Francia con una mezcla de sus viajes a Asia. Su carrera lo llevó a recorrer Australia, Hong Kong, Tailandia y Japón, donde fue influenciado por su cultura, el budismo y las artes marciales.
Además de ofrecer cenas inolvidables y experiencias únicas en el Mandarin Oriental, logra lo mismo en sus otros restaurantes Sur Mesure, (2 estrellas en la Guía Michelin® desde 2012) y Camellia. Considera que la comida es el placer de comer y compartir.
Fuera de sus cocinas parisinas, Thierry Marx fundó una escuela móvil en la ciudad de Blanquefort donde capacita en el arte de la cocina a centenares de personas (jóvenes que abandonaron la escuela, ex reclusos, entre otros), con el fin de darles la oportunidad de reinsertarse laboralmente.
En 2012, abrió una segunda escuela en el distrito 20 de París para la formar cocineros. Luego, en este mismo centro de capacitación creó la sección de panadería y, en 2015, la de servicio de mesa.
Además de dar clases de cocina a internos en centros de detención, Marx también ofrece sus servicios a Restos du Coeur, donde brinda talleres de cocina y lucha contra el analfabetismo.
En junio de 2016, Thierry Marx cumplió uno de sus sueños de niño, abrió su primera panadería en el distrito 8 de París. Considera que este es el ingrediente principal de la cocina francesa, además de que el hombre no puede prescindir del pan.
